Los liberales españoles, integrados en el Club Liberal 1.812 de Málaga, deseamos ratificar, en este momento histórico en el que abundan los motivos para la inquietud, nuestro compromiso con la libertad, la igualdad y la fraternidad, y reiteramos nuestro objeto de afianzar y desarrollar estos valores, que continúan vivos y vigentes, y que deseamos alcancen toda su potencialidad en España.

Propugnamos a través del Club Liberal de Málaga la libertad política, civil, individual, económica y de empresa, o lo que es lo mismo, el Estado de Derecho; la igualdad ciudadana, la soberanía nacional, la fraternidad, la solidaridad, la justicia social e igualdad de oportunidades.

Sobre los principios clásicos del liberalismo, el Club Liberal de Málaga afirma los nuevos principios cívicos para el presente y el futuro: la iniciativa individual como motor del progreso, la defensa de los consumidores y favorecer la competencia, la generación de riqueza y del conocimiento, la mejora global del bienestar, la solidaridad global, las causas humanitarias, el cuidado y la protección del medio ambiente, y la defensa de los derechos individuales y de la democracia.

Pero de los tres, es a la libertad a la que corresponde la primacía. La libertad es el concepto central de todo nuestro planteamiento, pues es la libertad el derecho en el que se fundan todos los demás derechos. Un derecho que es condición de existencia de los derechos individuales y que se confunde casi con el derecho a la vida.

Hoy en día muchos desprecian la libertad, pocos subrayan su importancia y, los más, tienden a darla por supuesta. Incluso se dice actualmente que los valores en que se funda la libertad son muy insuficientes o que ya están superados.

Sorprende ver como muchas ideologías que se autodefinen progresistas sienten desprecio o indiferencia por la libertad. Y tampoco es sorpresa, sino auténtico motivo de alarma, ver como muchos de los que se autodefinen como progresistas; sienten una gran aversión hacia la libertad.

Muchos pretenden negar la libertad desde la invocación a los derechos de los pobres y oprimidos, como si limitar o eliminar la libertad sirviese para superar la pobreza y la opresión. Y también se sostiene que la libertad es escindible. Que es posible la libertad sin que exista libertad económica, libertad de empresa y de expresión, o que es posible la existencia de libertad en contextos de limitación o restricción de los derechos individuales.

El Club Liberal de Málaga denuncia todas esas actitudes que no son más que la forma actual de presentar el viejo rostro odioso del privilegio y de la desigualdad, y que sólo pretenden negar la libertad para afirmar los privilegios de algunos. Las realidades totalitarias que hemos conocido en los llamados países socialistas, en los regímenes nacionalistas del pasado siglo XX, o en las modernas teocracias islámicas, nos ponen ante los ojos la evidencia de que la libertad ha de protegerse para que exista, que no puede fraccionarse sin que perezca, que la falta de libertad significa siempre la miseria para la mayoría, además de la dictadura para todos, y que los únicos derechos y libertades que merecen ese nombre son los derechos individuales de los ciudadanos.

Rafael O`Donnell Gallego

Presidente del Club Liberal 1812 de Málaga