El culto pedagógico

En este su segundo ensayo sobre el estado de la enseñanza en España, el profesor Sánchez Tortosa comienza estudiando cuidadosamente los fundamentos esenciales de la función docente y mostrando cómo estos han sido pervertidos por medio de la llamada “pedagogía progresista”. Establecidas estas bases, el autor recorre las concepciones humanista, marxista, fascista y nacional socialista de la pedagogía buscando identificar en ellas las raíces de los tópicos dominantes en la enseñanza española actual.

A continuación, y como complemento de todo lo anterior, Sánchez Tortosa realiza un minucioso análisis de todas las leyes educativas habidas en España. En cada una de las cuales resulta fácil identificar su propósito práctico fundamental, ya fuera extender la alfabetización a las capas sociales más desfavorecidas, formar técnicos capaces para llevar a cabo la industrialización del país o crear una clase social de profesionales liberales con buena formación. También es fácil identificar en todas ellas, aunque en unas más que en otras, la permanente tendencia del Estado a inmiscuirse en la esfera privada mediante el adoctrinamiento ideológico. Pero, según muestra el autor, es con la ley educativa de 1990, la L.O.G.S.E., que esta intromisión adoctrinadora del Estado alcanza niveles absolutamente escandalosos. La L.O.G.S.E. (y cuanto ha venido después) supuso una invasión ideológica del sistema de enseñanza; con el falaz pretexto de democratizar la vida escolar se impidió la transmisión de conocimientos que permitía la formación de ciudadanos con capacidad crítica respecto al poder político, es decir, de ciudadanos formados para vivir en una democracia. La supuesta democratización de la escuela no fue más que la justificación de una ley educativa cuya principal y desoladora finalidad práctica, según concluye Sánchez Tortosa, no es otra que el desmantelamiento de un país: España.